OLVIDO

Estándar

Ya ha pasado el día de los enamorados. Yo personalmente no lo celebro, no me hace ilusión. Para mi san Valentín es todo el año. Sin embargo, me es difícil no ponerme un poco ñoña con el tema del amor por estas fechas. No se porque exactamente, mis encuentros con Valentín suelen ser en Febrero o al menos así han sido hasta ahora.
Me ha venido una frase del poema Nº 20 escrito por Pablo Neruda en que dice “es tan corto el amor y tan largo el olvido”. Me encantan los poemas, los juegos de palabras, las metáforas y las hipérboles, me encanta leer y perderme en otros mundos a través de mi imaginación. Pero en mi experiencia personal no lo comparto. Primero he hecho una breve investigación a cerca de esta palabra.
¿Qué es el olvido? He mirado el significado en la RAE y aparecen dos definiciones que realmente me interesan.
La primera dice: Cesación de la memoria que se tenía.
La segunda dice: Cesación del afecto que se tenía.

En un primer momento, iba a escribir que cómo es posible olvidar a alguien a quien has querido, teniendo en cuenta la primera referencia. Es decir, borrar de tu memoria aquellos momentos tanto agrios como dulces de tu cabeza, como si nuestros impulsos fuesen voluntarios y pudiesen elegir solo aquellos que quisiéramos (si bien es cierto que no queremos tener recuerdos dolorosos, ¿por qué alguien querría borrar los buenos?)

La segunda definición me gusta más, al menos para lo que voy a exponer a continuación. Soy consciente (porque lo he vivido en carne propia) de que a las personas no nos gusta vivir con sentimientos tristes y dolorosos, pero querer deshacerse de ellos es como negar una parte de nosotros mismos. El amor no es para siempre, bueno, el amor romántico. Para crear una relación de pareja hace falta más que amor. Mucho más. Que dos personas se quieran es solo el comienzo. Gustos e intereses similares, querer compartir tiempo, hacer ciertos sacrificios, pensar en el otro y querer crear algo juntos.
¿Así que si alguien a quien queremos no nos quiere como nosotros deseamos /esperamos, por qué olvidarlo? ¿No nos ha dado acaso nada bueno? ¿Por qué olvidar a alguien con quien hemos vivido una bonita historia de amor? ¿Por qué olvidar a alguien que cerró parte de nuestras heridas? ¿Por qué olvidar a alguien que nos dio una oportunidad? No quiero decir que tengamos que aferrarnos a esos recuerdos, a esas personas, pero simplemente dejar que permanezcan en nuestra piel, permitiéndoles ser parte de nosotros. Cada experiencia que vivimos, cada persona que pasa por nuestras vidas deja una huella en nosotros y hace que seamos como somos hoy en día y así como los buenos momentos nos hacen más dulces, los malos nos hacen(o deberían hacernos) más fuertes. Lo que quiero decir es que realmente lo difícil es vivir con los recuerdos de aquellas personas que queremos que sigan a nuestro lado por las emociones y las sensaciones que nos provocan. ¿Qué sentido tendría sino el olvido?

Cuando tenía dieciocho años dije esta frase: “no se olvida a quien se ama, solo se aprende a vivir sin ella”. En ese momento lo dije porque había vivido por primera vez el amor y no era capaz de pasar página. Pero ahora, unos años después, vuelvo a decirlo. He conocido a algunas personas a las que he querido mucho y ahora, por circunstancias, ya no siguen en mi vida. Eso no quiere decir que ya no sean importantes para mí. No he dejado de quererlas, ni de tenerles aprecio, cariño, afecto. Mis sentimientos no han cambiado. Las echo de menos, sí, eso no se puede negar, pero tampoco es que haya detenido mi vida porque ya no estén. No me he hecho un paño de lágrimas y me he puesto a llorar, pensando que el mañana no importa. Se que si algún día las volviera a ver, les volvería a mirar a los ojos con una sonrisa en la boca, sin resentimiento, ni dolor, ni rencor. Ellos han pasado a ser parte de mí.

Si alguien me preguntara qué es para mí el olvido, les contestaría que es indiferencia al pensar en alguien. Ni dolor, ni ira, ni tristeza, ni felicidad, ni amor, ni nostalgia, nada. Es lo que pasa cuando alguien te deja de importar.
¿Qué es para ti el olvido?